Ayer, en el bar pirata del Puerto Deportivo de Getxo, me encontré con un cartel, enmarcado, que decía:
¡¡PROMOCIÓN!!!
Bebes una cerveza, te invito a otra y solo pagas dos
Sé que se trataba de una broma, sonreí, no obstante, reflexioné: ¿Cuántas veces, al leer la palabra promoción, seleccionamos un producto sin verificar si realmente es una oferta o es simplemente un truco publicitario. En marketing (y también en política) seleccionamos unas palabras y no otras, de forma intencionada. ¡Ah, el poder de las palabras!